Los percebes gallegos son las estrellas gastronómicas de las Navidades. Exquisitos y de fácil preparación, su sola presencia en el aperitivo convierte un banquete corriente en un acontecimiento.
La contrapartida de los percebes gallegos, al igual que del resto de mariscos y pescados frescos, es que son ingredientes delicados y deben almacenarse con el debido cuidado.
Al inicio de diciembre, antes de la temporada fuerte de banquetes y reuniones familiares, Mariscos O Grove recuerda a los cocineros novatos los siguientes consejos de almacenamiento y conservación de mariscos.
Como consejo previo, es recomendable cocinar y consumir el marisco el mismo día. Los mariscos vivos no deben conservarse durante períodos prolongados. Aunque ciertos mariscos pueden mantener la frescura de 2 a 3 días después de la compra, experimentarás el mejor sabor y textura si los consumes el mismo día en que llegan a casa.
Almacenamiento de mariscos y percebes frescos
Mantén la cadena del frío. Salvo que planees cocinar el marisco al momento de recibirlo en casa, prepara con anticipación los recipientes y los suministros necesarios para guardarlo en la nevera.
Almacena todos los productos del mar lo más bajo posible en el refrigerador en un envase sin cerrar; así previenes que si ocurre un derrame no contamine otros alimentos. El área más fría del refrigerador suele estar en la parte inferior o en una zona de enfriamiento designada.
Para guardar percebes gallegos frescos, no se deben lavar antes de almacenarlos en la nevera. Limítate a envolverlos en un paño humedecido con agua salada y deposítalos en un recipiente hondo para que el agua no gotee en la nevera.
Cuidado con el agua dulce. Los mariscos no son especies de agua dulce y no sobrevivirán en ella: además de matarlos antes de la cocción, puede arruinarse la carne. Lo ideal sería tenerlos en agua marina o cubiertos con algas, pero también sirve perfectamente el truco de cubrirlos con un paño húmedo en agua salada para proporcionar al marisco humedad adicional.
Almacena el marisco fresco en un recipiente abierto para facilitar la circulación del oxígeno. Un recipiente sellado corta el suministro de es de que haya tenido la oportunidad de cocinarla. Verifica que el paño mantiene la humedad. Si es necesario, mójalo de nuevo con agua salada.
Mantén el marisco fresco en el refrigerador o en una cubitera con hielo como solución temporal. La medida es eficiente por dos razones: porque las bacterias no se acumulan en el marisco vivo y porque los mariscos son especies acostumbradas a temperaturas frías, alrededor de 4 grados sobre cero. Los percebes gallegos frescos y bien almacenados en la nevera pueden mantenerse en buen estado de 4 a 5 días.
No congelar el marisco fresco. El producto que llega vivo a tu casa está empaquetado en origen para mantenerlo fresco, húmedo y saludable hasta que llegue el momento de cocinarlo. Los congeladores sólo sirven para almacenar pescados y mariscos que llegan congelados.
Aunque congelar comida en casa es una práctica común, los congeladores domésticos están diseñados para almacenamiento a temperaturas bajo cero, no para congelar alimentos: el frío excesivo en un marisco que llega fresco produce quemaduras por congelación y arruina la carne.
Conservación de percebes gallegos cocidos
En el dudoso caso de que sobren percebes gallegos cocidos del banquete, ¿pueden guardarse y consumirse de un día para otro?, ¿cómo almacenarlos? De nuevo, hay que recurrir a la nevera, pero con ciertas precauciones:
Esperar una hora a que los percebes gallegos se enfríen del todo, guardarlos en un recipiente (esta vez debe estar cerrado herméticamente), dejarlo en el fondo de la nevera y consumir antes de dos días, que es el plazo máximo de conservación para los percebes cocidos.